domingo, 26 de agosto de 2018

Pelear hasta morir. Filosofía y metal extremo


La banda estadounidense de Trash metal, Slayer, peleó hasta morir. Para el año en curso, Kerry King y sus secuaces dicidieron que no van más. Y es que desde el año 1983 venían dejando una estela de distorsión eléctrica, bateria contundente y la voz desgarradora del chileno Tom Araya y, sobre todo una pila de canciones agresivas, violentas y sarcásticas.

Pero esta no será otra nota más sobre cuál pudo haber sido el álbum o la canción más "extrema", las más metalera o la más "clásica" o más "satánica". No. Lo que yo quiero es plantear una interpretación hermenéutica de una canción, solo una po el momento, de esta intersante agrupación músical. Escoger, sin embargo un tema que suscite reflexiones filosóficas no es tan sencillo y esto, no porque sus letras no se presten para tan noble fin, sino por que precisamente, muchas de ellas crean la atmósfera propiciadora de una incomodidad deseabale para ponerse a pensar. Temas como Angel of Death, cuya lírica expresa las espeluznantes torturas de los nazis en los campos de concentración; o Silence scream, en alusión a las técnicas para llevar a cabo un aborto; o la repulsiva Piece by piece, donde se describen formas de descuartizamiento...y en fin, otras más, pueden considerarse piezas interesantes para replantearse el hecho de la violencia y la condición humana.

Para este caso, sólo indicamos algunas interpretaciones alrededor de la canción Figth till death, del álbum Show no mercy.

El ambiente que recrea la lírica es la guerra, siendop uno de los temas recurrentes en la escena del metal extremo. Bandas como Sodom o Marduk son ejemplos muy marcados, pero siendo Slayer uno de sus pioneros. El título podría traducrse al castellano como: "Pelea hasta la muerte". Comienza con la descripción de un ejército dispuesto a matar:

"Metal and men clash once more to the end
Warriors above with the power to kill descend
Militia of blood troops of hate march to die
Soldiers of Hell veterans of death arise"

Que podría traducirse como:

" Hombres de metal se enfrentan una vez más para el final
Guerreros enaltecidos con el poder para matar descienden
Milicia de sangre, tropas de odio marchan para morir
Soldados del infierno, veteranos de la muerte ascienden"

Las alusiones a la guerra recuerdan tal vez la moral espartana de los guerreros que encontraban en la práctica bélica una forma de arte. Un arte que hacía nobles a los que morían en ella. Dentro de la mitología atribuida a los griegos, Aquiles es tal vez el más famoso por mostrar en el campo de batalla ese sentido de honor que le hacia despreciar la vida. Y se trata de una actitud que no fue exclusiva del mundo griego; también lo fue entre los aztecas y con un alto constenido ceremonial. Al contrario de la figura de Aquiles, quien se muestra mezquino y sobrebio en la Iliada; los luchadores nahuas muestran una veneración por la sangre en tanto tributo a los dioses. Los hombres, recuerda Miguel León Portilla, deben a los dioses su propia vida, pues están vivos sin merecerlo y es un honor para un nahua ser ofrendado su corazón al dios Huitzilopochtli, el señor de un solo ojo, el sol.
Pero los más problable es que la imagen proyectada por la banda se refiera mucho más al imaginario medieval en perfecta alusión a la armadura y otros elementos típicos de esa época europea, reambientada en ambientes académicos y artísticos.
 Con todo, la posibilidad de leer este tema en clave de una moral del honor en la batalla, puede resultar de interés práctico sobe todo si se antepone a la moral cristiana y al mismo ideal de honor de los ejercitos modernos...(continuará)
Tomado de ética y estética en el rock
Rogelio Acevedo

         

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