Lenguaje
El lenguaje comienza siendo un simple gruñido para
designar todas las cosas; luego se va diversificando y especializando; este
proceso se llama enriquecimiento y es alentado por los padres y profesores de
lenguas.
Pero cuando se llega a tener cien o doscientas mil
palabras, se encuentra que el ideal consiste en expresarse con diez o veinte.
El lenguaje del filósofo es muy reducido: objeto, sujeto, materia, causa,
espacio, tiempo, fin y alguna otra más.
Si lo apuran mucho se arregla con una sola palabra,
como apeirón o sustancia.
Es probable que el ideal de muchos filósofos sea
terminar finalmente en el gruñido único y monista.
Ernesto Sábato
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